Generalmente, se desaconseja dormir con las lentillas puestas. De hecho, con los párpados cerrados, los ojos se hidratan menos. Además, las lentillas requieren de muchas lágrimas y, sin ellas, se adhieren al ojo y evitan que este se oxigene correctamente. Esta asfixia de la córnea puede acabar provocando un velo irremediable sobre la córnea.
En condiciones muy concretas y siempre bajo control médico, ciertas lentillas pueden adaptarse para un uso permanente, es decir, tanto diurno como nocturno. Aun así, es indispensable un seguimiento médico en tal caso.
En condiciones muy concretas y siempre bajo control médico, ciertas lentillas pueden adaptarse para un uso permanente, es decir, tanto diurno como nocturno. Aun así, es indispensable un seguimiento médico en tal caso.