Las molestias pueden tener multitud de causas: fatiga visual, ojos secos, elementos extraños en los ojos (jabón, polvo...). En cualquier caso, quítate las lentillas, enjuágalas con abundante líquido de mantenimiento neutro, a ser posible, y haz lo mismo con tus ojos.
Parpadea repetidamente para expulsar el elemento causante de las molestias.
Espera varios minutos antes de volver a ponerte las lentillas. Si las molestias persisten, quítate definitivamente las lentillas y prueba a ponerte lentillas nuevas o realiza un ciclo completo de limpieza de tus lentillas antes de volver a ponértelas. Si las molestias siguen persistiendo, consulta a tu oftalmólogo.
Parpadea repetidamente para expulsar el elemento causante de las molestias.
Espera varios minutos antes de volver a ponerte las lentillas. Si las molestias persisten, quítate definitivamente las lentillas y prueba a ponerte lentillas nuevas o realiza un ciclo completo de limpieza de tus lentillas antes de volver a ponértelas. Si las molestias siguen persistiendo, consulta a tu oftalmólogo.